Architecture

Arquitectura 2.0

Arquitectura 2.0

Arquitectura 2.0

Me gustaría comenzar este artículo desmintiendo el título, o al menos dándole un piquete al revés. ¿Arquitectura 2.0? ¿Por qué llamarla así, y no de otra forma? ¿Es el nombre más adecuado o descriptivo posible? Lanzo estas dudas porque creo que aún son pertinentes. El concepto que aquí se trata de describir ha sido relativamente poco utilizado a día de hoy, así que es un momento inmejorable para darle un nombre y dejar que se extienda… o sugerir varias posibilidades y dejar que actúe la ley de la selección cultural. En cualquier caso, buscar un término adecuado nos servirá ahora para definir el concepto desde diferentes enfoques.

¿De qué se trata? En los últimos años ha nacido, y sigue creciendo, una nueva rama de desarrollo de la arquitectura, una tendencia que comienza a aglutinar lo que hasta ahora eran ejemplos aislados o actitudes difusas, y que propone una arquitectura repensada y reemprendida con un optimismo propositivo desde la filosofía del 2.0, el pensamiento de diseño, el open source y el espíritu wiki.

Podríamos llamarla Arquitectura 2.0, como parece que comienza a comentarse por la red, y que viene a ser la traslación del popular término “web 2.0” a nuestro ámbito. Es sabido que en los últimos años ha habido en Internet un cambio fundamental. Dejó de ser un mero expositor de contenido (web 1.0) para convertirse en lugar de relación e intercambio de conocimiento e información. El usuario pasó de simple espectador a actor central, a una nueva clase de consumidor de servicios y a la vez productor de contenidos. Hay mucho escrito sobre ello así que no me extenderé, simplemente se trataría de recoger todos esos cambios y trasladarlos al ámbito de la arquitectura.

Mas después del salto…Me gustaría aclarar, para evitar confusiones como la de este artículo de Opiniones de Arquitectura, que “arquitectura 2.0” no es lo mismo que “un arquitecto con un blog”. Ni con una wiki. Eso es comunicación 2.0. Es una herramienta más que los arquitectos utilizamos o utilizaremos, como muchos otros profesionales, pero no es arquitectura en sí misma. Eso sí, habrá ayudado a construir una nueva forma de aproximarse a la disciplina, que ya es decir.

Por otro lado, comentar que usar el sufijo “2.0” no implica necesariamente que hablemos de la arquitectura del futuro o de la siguiente generación. Esa, evidentemente, puede ser y será una amalgama de muchos acercamientos y actitudes diferentes, entre las cuales muchos queremos creer que estará esta tendencia, que por otra parte ya lleva tiempo incubándose.

Podríamos hablar también de arquitectura social, porque ese es su trasfondo, su motor y su objetivo, pero es un término que ha sido demasiado utilizado, y de forma muchas veces desafortunada. Está demasiado devaluado y generalizado como para insuflarle conceptos tan frescos y específicos.

¿Coarquitectura? ¿Arquitectura bottom-up? Serían formas de recoger la idea de colaboración y participación, de algo que se construye entre, por y para todos. Pero sólo abarcarían parte de los conceptos que se manejan aquí, y que juntos forman “lo 2.0”. ¿Arquitectura abierta? ¿Libre? Puede… aunque también me parecen demasiado parciales, además de imprecisos.

Hace algun tiempo un buen amigo se sugeria llamarla wikiarquitectura o arquitectura wiki, del mismo modo que en eMOTools hablan ahora de wikiinnovación donde antes decían innovación 2.0. Para aquellos no familiarizados con estos términos, comentar que una wiki, originariamente, es una web cuyo contenido es editable por los usuarios, que lo aumentan, depuran y mejoran de acuerdo con el concepto de Work In Progress empleado por Ward Cunningham, padre de la primera wiki.. El ejemplo más claro y conocido es por supuesto Wikipedia, la enciclopedia colaborativa. Sin embargo, hoy día el término wiki se puede usar por extensión para designar diversos sistemas construidos sobre una serie de atributos y principios.

Wikiarquitectura y arquitectura 2.0 podrían tratarse ahora mismo prácticamente como sinónimos de un mismo concepto. La elección de uno u otro término, que contaría con argumentos comparables a los desarrollados en este otro artículo, la dejaremos para el futuro inmediato. En este caso utilizaré el término “arquitectura 2.0” porque es el que más se está utilizando con ese significado, y creo que su carácter abierto y a la vez específico nos valdrá para comenzar.

Bien, pero ¿cómo es, será o sería la arquitectura 2.0?

A continuación, propongo una serie de puntos que desde un enfoque posibilista tratan de recrear cómo sería la arquitectura 2.0, con el ánimo de provocar nuevas reflexiones a partir de aquí.

Lo que sigue no son soluciones: son hipótesis y desafíos. Muchos puntos pueden parecer imposibles mientras que otros son ya una realidad probada. La mayoría están, por así decirlo, en el aire, tratando de aterrizar. Hay muchísimos aspectos de la arquitectura que podrían ser repensados para su conversión al “2.0”, y esto es precisamente una invitación a empezar a hacerlo… y no parar.

La relación de puntos que sigue no es ni exhaustiva, ni concluyente, ni mucho menos excluyente. Tampoco es demasiado sistemática: se podría haber utilizado el esquema circular anterior como guía, y quizás lo haga en otro momento, pero el método de la tormenta de ideas me resulta muy natural y funciona bastante bien para estas cosas. También notaréis que ciertos puntos se solapan… algo así como si en una fotografía de un espacio, tomada desde diferentes puntos, saliesen los mismos objetos. Algunos puntos afectan más al papel del arquitecto, otros al del promotor, otros a las construcciones en sí…

Sin más, comencemos a imaginar la arquitectura 2.0…

1. Equipo profesional vs. arquitecto, ingeniero, sociólogo, etc.

…se hablaría de profesionales como simple diferenciación de los amateurs o los usuarios, entendiendo por lo demás que el diseño y la gestión de la arquitectura 2.0 se haría por parte de equipos multidisciplinares que aportasen su conocimiento y responsabilidad en aspectos técnicos, culturales, sociales, etc. El valor de cada titulación, especialidad o perfil particular por separado quedaría como recurso de clasificación y posicionamiento de cara a la red profesional y no tanto a los usuarios. Esta forma de trabajo en red permitiría, por ejemplo, tener a mucha gente trabajando en un encargo pequeño para resolverlo en un tiempo muy reducido, con una cantidad de trabajo similar a la requerida por un equipo más reducido prolongado en el tiempo, pero con más potencial de innovación colectiva y una clara ventaja para el usuario.

2. Participación del usuario/promotor

…el usuario pasaría a ser parte activa e insustituible del proceso de puesta en marcha y diseño. Esto, bastante válido desde siempre para encargos particulares tradicionales, no ha sido correctamente extrapolado a la vivienda colectiva o los edificios públicos, con las consecuencias ya conocidas: falta de identificación del usuario con el edificio, problemas de adaptación, usabilidad o ergonomía espacial, elitismo tecnocrático del arquitecto, ruptura entre los objetivos e idearios de los profesionales y los de la sociedad, etc.

Del mismo modo en que para llevar a cabo un proyecto de viviendas se contaría con sus habitantes, los proyectos de edificios públicos estarían también abiertos a participación de diferentes agrupaciones sociales, asociaciones e individuos interesados y voluntariamente implicados.

3. Resolución bajo demanda vs. planificación total previa

…no se completaría un proyecto, entendido como documento técnico, antes de comenzar la construcción, con los problemas de desajustes posteriores y la falta de flexibilidad que eso conlleva. En su lugar, el profesional iría elaborando los documentos necesarios sobre la marcha, bajo demanda de los usuarios. Probablemente, con las técnicas actuales y en desarrollo (p.ej. sistemas CAD/CAM/CAE), no llegarían a ser necesarios documentos intermedios hoy considerados imprescindibles, como los planos. Ciertas modificaciones se podrían hacer prácticamente sin pasos intermedios entre el diseño y la construcción, y en muchos casos los planos se harían directamente a posteriori como “fijación” y exportación de esa solución elaborada en un proceso abierto y directo.

4. Servicio de gestión vs. producto acabado

…el arquitecto sería una especie de controlador “sobre la marcha” o “al vuelo” del ciclo de vida de la edificación, fundiéndose casi con la figura del administrador. Estaría encargado de asegurar el cumplimiento de ciertos requisitos de adecuación en las modificaciones propuestas por los usuarios, así como del necesario asesoramiento durante el proceso, en una especie de project management extendido y diversificado. Los documentos generados serían liberados bajo una licencia que permitiese trazabilidad, tipo Creative Commons, conservando la autoría los profesionales y usuarios implicados, pero siendo libre su uso y modificación por parte de terceros. El recurso económico del profesional, su fuente de ingresos como precursor/gestor de una obra, sería el tiempo de trabajo (diseño y rediseño, comprobación, certificación, selección, adaptación a normativa, etc.), y no la venta de productos (proyectos) acabados. El arquitecto 2.0 piensa: “Yo libero mis soluciones, pero puedo aprovechar libremente las de otros, así que no tiene sentido cobrar por ellas y en el fondo todos salimos ganando por el conocimiento acumulado”. La liberación de los documentos y las soluciones permitiría optimizar los procesos de diseño, pero el conocimiento profesional seguiría siendo necesario para su selección y su aplicación/ejecución bajo circunstancias locales.

5. Construcción global, crowdsourcing

…las soluciones constructivas y los diseños pasarían a formar parte de una enorme base de recursos, datos, ideas y problemas, constituyendo un think tank de escala progresiva, de local a planetaria, y permitiendo por ejemplo usar técnicas de crowdsourcing e inteligencia colectiva para resolver detalles concretos. Lo glocal como recurso y objetivo.

6. Gestión vs. dirección

…se hablaría más de gestión o incluso administración que de dirección de obra. Dirección implica llevar la obra por un cauce planeado y prefijado. Las obras de wikiarquitectura serían, por su propio carácter, impredecibles, sus objetivos y su carácter irían variando según los deseos y necesidades de los usuarios.

7. Meritocracia

…la calidad de las soluciones (re)generadas, definida por la valoración conjunta de técnicos y usuarios, sería un indicador más a la hora de valorar el trabajo de cada equipo profesional, y por tanto su reputación y sus honorarios. Otros indicadores podrían ser: el buen hacer en la gestión del conocimiento, de la participación y de los recursos humanos; la agilidad de respuesta; las consideraciones éticas, etc. Lógicamente habría que implementar sistemas de valoración o evaluación eficaces además de abiertos, transparentes y equitativos. Los nuevos procesos de selección y contratación, heredando esas características, disminuirían ciertos tipos de corrupción hoy día demasiado frecuentes.

8. Aprender haciendo

…diseño, construcción y uso no serían fases separadas, sino situaciones compatibilizables que se realimentarían mutuamente, acelerando, optimizando y potenciando el desarrollo de la arquitectura 2.0. El edificio sería una obra continua, en permanente modificación. Diseñar construyendo. Construir habitando. Habitar diseñando.

9. Acumulación de conocimiento, ensayo-error y prototipado

…en lugar de elaborar un proyecto que intentase acertar a la primera, el resultado se alcanzaría por ensayo y error, por depuración de múltiples versiones, por acumulación de conocimiento compartido como sucede en la arquitectura tradicional, hecha sin arquitectos. El uso inteligente de maquinaria y recursos actuales, combinado con técnicas tradicionales y amateurs (como el bricolage), permitiría acelerar este proceso, abordando el ensayo de elementos complejos a través de prototipos habitados.

Desaparecería el concepto de “resultado final”, dando paso a uno más circunstancial, un paso intermedio en una evolución continua, un “punto aceptable de parada”. Probablemente, como ha venido sucediendo hasta ahora, las curvas de evolución llegarían a estabilizarse en determinadas soluciones básicas y sobradamente probadas que cambiarían muy poco a lo largo del tiempo (p. ej. la estructura adintelada), pero ese punto no estaría fijado de antemano.

10. Intervención del usuario, pro-am y redes de profesionales autónomos

…con la creciente participación del usuario, del profesional-amateur, las propias empresas constructoras pasarían a ser gestoras de recursos humanos en red, capaces de proveer a la obra con trabajadores cualificados bajo demanda, complementando (no sustituyendo ni subestimando) a la autoconstrucción, el “hágalo usted mismo”. Los estudios profesionales encargados de gestionar (recordemos: ya no dirigir) las obras serían uniones circunstanciales de autónomos, grupos profesionales abiertos, conectados en redes virtuales y/o localizadas.

11. Ciclo abierto, perfectibilidad y realimentación

…el proceso de diseño de una obra o parte de ella sería un constante ciclo de propuesta, feedback y supervisión entre usuarios y técnicos, o entre los usuarios mismos, con entradas y salidas desde y hacia otros ciclos similares. Sistemas constructivos exportables, importación de materiales procedentes de obras en desmontaje, conocimiento local difundido globalmente, elementos perfectibles o modificables por intervención del usuario, etc.

12. Disolución de límites

…los límites de un proyecto no estarían estrictamente definidos por la construcción de un único objeto compuesto (edificio) en una unidad urbanística geométrico-legal (parcela), sino que se entenderían como una suma de actuaciones en un entorno físico, social, cultural, político o económico determinado de forma más rica y compleja.

13. Ciclo de vida continuo

…el acceso a los materiales se haría de forma reversible, pudiendo adquirir un material concreto, usarlo, y luego redistribuirlo (devolverlo, revenderlo, reconvertirlo…), favoreciendo así el decrecimiento además del crecimiento. Cada usuario sería responsable de la construcción, el mantenimiento y la deconstrucción de su entorno. Obsérvese que con el tiempo se hablaría más de deconstrucción/desmontaje y menos de demolición.

14. Uso > propiedad

…se favorecería el valor de uso sobre el valor de propiedad o el de mercado. Esto sería también aplicable a los terrenos, que quedarían sin valor de mercado y serían de propiedad pública/comunitaria, utilizables bajo contratos de mutuo beneficio entre lo privado y lo público. Una posible consecuencia de hacer depender el precio únicamente del valor de uso sería evitar una especulación abstracta por leyes ajenas a la arquitectura: si una vivienda aumentase de precio, sería porque su valor real, de uso (calidad, prestaciones, interés del entorno…), habría aumentado.

15. Legalidad basada en prestaciones, no en soluciones

…se definiría un marco legal genérico y otro específico de cada propuesta, que permitiese controlar la evolución de la construcción dentro de unos límites de salubridad, habitabilidad, accesibilidad, etc. Dicha regulación estaría basada en prestaciones exigibles y no en soluciones concretas. Una especie de Código Técnico de la Edificación podría considerarse un intento en esa dirección, si bien aún con una eficacia muy limitada. Sin embargo, toda la normativa perdería importancia en la medida en que cualquier construcción estaría siempre directamente encaminada a satisfacer el confort y los deseos de los usuarios, lo cual es casi siempre un grado más de calidad que el del mero cumplimiento legal. El punto más delicado e importante pasaría a ser la construcción progresiva de una ética profesional y social, alrededor de la arquitectura, cimentada en la cultura de la sostenibilidad y el respeto a la diversidad, e implementada de forma circunstancial y flexible.

16. Producción bajo demanda, autopromoción

…la producción arquitectónica estaría supeditada a la demanda real, sin intermediarios. Desaparecería el promotor como agente encargado de transformar un bien de necesidad en uno de consumo. Cada promoción o emprendimiento arquitectónico sería fruto del interés de agentes particulares, asociaciones o redes de diversos tipos, adecuadamente conectados para constituir rápidamente uniones operativas. Las técnicas de construcción, cada vez más rápidas, y la enorme capacidad de respuesta de un sistema profesional abierto y flexible, en red, permitirían responder a la demanda en un tiempo similar a (o poco mayor de) lo que tarda en la actualidad una familia en encontrar y adaptar una casa (ya construida) a su medida, y mucho menor de lo que tarda en promoverla desde cero.

La deseabilidad se convertiría no en un mero atributo de mercado, sino en característica intrínseca a cualquier emprendimiento arquitectónico. No arrancarían proyectos que no prometiesen una repercusión social positiva y una calidad suficiente.

El modelo económico se construiría sobre una actitud for profit / for good, donde el interés social fuese el objetivo y el interés económico, el medio o soporte… y no al revés.

17. Omnipresencia y transparencia

…la gestación y el desarrollo de los proyectos arquitectónicos se realizarían ante la vista de todos, en un caldo de cultivo abierto de modo que, viendo qué iniciativas están en marcha, cualquiera pudiera elegir u optar a participar en ellas. La existencia física de la arquitectura y su presencia en el mundo de la información irían de la mano, de modo que el número de canales de contacto y de conocimiento se maximizase. Una persona viviendo en París podría enterarse y participar, aun en la distancia, de una promoción en Caracas que pudiera interesarle.

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