La Neue National Gallery en Berlín (1968), obra culmine del reconocido arquitecto alemán, Mies van der Rohe. Un edificio, en que se hacen claramente patentes y legibles los postulados y manera de trabajar del arquitecto, y en donde el concepto de “menos es más” (- = + ) cobra absoluto sentido.
Mas después del salto…
Este edificio supuso una nueva manera de pensar y entender un museo, alejándose del edificio cerrado compuesto por muchas salas temáticas, para generar un gran espacio libre, vidriado, permeable y versátil, quizás muchísimo más acorde con el Arte Moderno que tanto apasionaba a Mies.
En un principio el edificio se lo pensó para albergar la Colección de arte del siglo XX de Berlín, sin embargo se terminó convirtiendo en uno de los edificios más importantes del nuevo centro cultural que se creaba en ese entonces en Kemperplatz, donde también se encuentra la Filarmónica de Berlín.
El edificio destaca por ser una gran estructura o cubierta cuadrada de 64.8 m de longitud, sostenida por 8 apoyos en su perímetro, 2 en cada lado, pero en el cual se dejan libres las esquinas, con lo que el edificio adquiere mucha liviandad. Posee 2 niveles, el primero (de acceso) comprende la sala principal y lugar de exposiciones itinerantes, el inferior alberga la colección permanente.
Se encuentra emplazado en una gran explanada rodeada de esculturas de la talla de Calder por poner un ejemplo. Esta gran plaza presenta también diferentes niveles, que son trabajados con gran maestría y sobriedad, donde una pequeña operación rompe con la monotonía.
Entender el edificio se vuelve a primeras algo relativamente sencillo, quizas por su radicalidad y claridad conceptual, sin embargo una mirada mas detallada permite ver su gran complejidad. La estructura es claro ejemplo de esta complejidad, complejidad que no esta dada por formas raras o piezas sofisticadas, sino que, paradojicamente, reside en su sencillez.
El material se vuelve en tema clave. El acero es trabajado con absoluta nobleza, y los elementos dejan de ser algo meramente constructivo y se convierten en algo muchísimamente superior. Se hace claramente legible otro postulado de Mies y es que la buena arquitectura reside en la calidad de los detalles, que en este edificio abundan…
Otro aspecto que llama bastante la atención al visitarlo, es el módulo como principio ordenador, como este rige todo el edificio, desde su escala general, al más mínimo detalle -edificio – cubierta – apoyos – cerramiento- sin embargo con la particularidad de que no se presenta como un edificio rígido, sino que es absolutamente flexible.
La Neue National Gallery, queda en una posición bastante central en Berlín, a pasos de la Filarmónica y de la Potsdamer Platz, por lo que visitarla es algo bastante fácil y accesible, además de muy recomendable.
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