Proyecto: Hotel Surazo
Arquitectos: Wedeles Manieu Arquitectos
Colaboradores: Macarena Rabat, Felipe Santander
Ubicación: Matanzas, Sexta Región, Chile
Superficie del Terreno: 2.500 m²
Superficie construida: 410 m²
Año proyecto: 2008
Año de construcción: 2008
Constructora: Felipe Wedeles & Hernán Cortez y Carlos Contreras
Materiales predominantes : Madera y Cristal
Chile es un país eminentemente marítimo, sin embargo el turismo en este frente no ha sido explotado correctamente.
Las formas de turismo costero en Chile se remiten en gran medida a formas clásicas de turismo de “sol y playa”, desperdiciando importantes nichos de desarrollo, tales como el ecoturismo, turismo científico u otras formas específicas de turismo.
Más después del salto…
Matanzas es un pueblo costero que permaneció congelado en el tiempo desde la época en que era puerto a principios del siglo XX, desde aquellos tiempos que estaba en una especie de olvido. Diez años atrás junto con el desarrollo del surf y el windsurf se empezó a perfilar como un destino de lujo para la práctica de estos deportes, destacando su permanente oleaje y fuertes vientos provenientes del sur – el Surazo –
El lugar tiene una belleza única dada su conformación geográfica de pequeña bahía y conjunto de islotes.
A tan sólo 2 horas y media de Santiago, Matanzas es un verdadero santuario de peregrinación para los más selectos amantes de los deportes náuticos y contemplativos de la vida natural. Ubicado en la comuna de Navidad reúne elementos agroturísticos y ecoturísticos altamente valiosos. Dentro de la comuna se han conservado costumbres agrarias y formas de vida natural que se han mantenido a salvo de una excesiva intervención antrópica.
El hotel se proyectó basado en una trama de envigados de madera en módulos de 4×4 mts que organiza el programa mediante patios que mantienen permanentemente el edificio relacionado con el exterior. Esta trama se emplaza en una hilera de árboles existentes paralelos al mar.
Un restaurante-recepción se proyecta hacia el mar a partir de una pasarela-muelle, ésta define el área pública de la privada.
Las habitaciones participan de una doble orientación, hacia el mar, con terrazas de las mismas dimensiones que la habitación, protegidas del viento y con los árboles existentes integrados. Hacia atrás el patio interior común logra un microclima.
El elemento viento fue abordado de manera simple, basándose en la orientación y en una piel permeable, de manera de evitar la aceleración del viento por elementos rigidos y permeables.
La expresión del edificio son los elementos estructurales de la tabiquería en madera como también cerchas y vigas en combinación con vidrio.
Planos
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