Union Station Chicago, por parte de la firma alemana Graft Architects , un injerto dentro de la ciudad, aquí se trabaja el proyecto en dos grandes grupos, los viajeros y los habitantes.
El viajero tiene un destino, un propósito, una necesidad de pasar por el proceso de la forma más eficientemente posible. La penetración en el sitio será mínima; las taquillas de boletos, el espacio y el tiempo entre la ciudad y las zonas de salida están optimizados.
Mas después del salto…
El habitante busca una estancia prolongada, la cafetería, los domingos por la mañana el mercado, la vida que lo ancla a la ciudad. El lugar de los habitantes está en el centro del caos, un lugar para una mejor experiencia de la ciudad, un lugar para relajarse, un lugar para mirar el caos.
La estación sirve como infraestructura para la ciudad. No es un edificio singular, un lugar limitado por fronteras, la interfaz con la ciudad es borrosa, logrando endelinar el dentro y fuera.
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