Es la primera obra nueva de la Universidad de las América en Concepción y corresponde a la etapa de consolidación de un proyecto que se inicio el año 2002, cuando deciden crecer en regiones. El cliente fue muy permeable a entender que en una ciudad como Concepción con una fuerte identidad universitaria el proyecto de consolidación debía reconocer la memoria urbana en torno al Concepto Campus Universitario y adecuar su solución a este apreciado valor ciudadano. Desde ese momento comenzamos a buscar una locación que nos permitiera diseñar un entorno y conformar un hábitat. De hecho este es el primer edificio de un conjunto mayor ideado a futuro.
Más después del salto…
La ubicación del terreno es la que juega un papel decisivo en la obra, se optó por una centralidad de carácter metropolitana, en vistas de las tendencias de crecimiento urbano de la Conurbación del Gran Concepción. La locación es la punta de lanza de una zona que comienza a tomar un rol trascendente en la denominada Plataforma Logística. Desarrollo que busca consolidar las potencialidades de un enclave de ciudades equipadas con puertos, aeropuertos, vías y accesos que comienzan a reconocer la estratégica posición geopolítica de la región en el concierto país y Macroregión. En este contexto la universidad se perfila como un operador clave en la generación de valor e información. Lo que antes era periferia hoy comienza a ser centralidad. Es lo que llamamos una obra precursora.
La obra se resuelve en una composición volumétrica simple pero contundente, de una nitidez que habla del instante en que el cuerpo total es observable desde la Av. Jorge Alessandri, eje esencialmente vehicular y altamente cinético. Por ello la decisión de marcar una tensión horizontal en el punto más alto del terreno. Los cuerpos o bloques corresponden a los espacios servidos. El edificio es una estructura de plantas libres de hormigón armado, compuestos por 3 crujías de 7 mts de luz, y aproximadamente 60 metros de largo por cada nivel , en ambos extremos se insertan núcleos verticales con escaleras y ascensores, sirviendo a cada piso. Cada Planta en su zona central de circulación poseen intercaladamente 4 aberturas en sus losas , lo que permite conectar alturas de 2 pisos , generando al interior una tensión o vacío vertical que compensan el efecto túnel de una circulación tan profunda. Volumétricamente el edificio es una combinación de cuerpos puros y que representan la estructura contenedora mayor que involucra a cada zona de aulas. De esta forma se leen 2 cuerpos equilibrados y suspendidos sobre un nivel de acceso transparente y que en sus extremos rematan en las zonas de circulación vertical expuestas al paisaje y la lejanía.
El edificio fue concebido como un contenedor extremadamente versátil en cuanto a programa, de hecho es posible realizar permutaciones espaciales y de programas según requerimientos de un año a otro ya que a través del sistema MOVINORD, la tabiquería es 100% transportable y recuperable. Esto nos permite definir cambios e incorporar nuevos programas sin problemas.
La gravidez es un tema que nos preocupa, es ésta una de las fuerzas universales con las cuales siempre lo construido se encuentra interactuando y lidiando, nos interesa hacerla aparecer en esta obra por contraste. Los grandes bloques macizos, quietos y horizontales levitan sobre un primer piso transparente y continuo.
Estos cuerpos poseen proporciones y magnitudes similares, se tocan a través de los volúmenes de conexiones verticales en cada extremo, orientados longitudinalmente de Norte a Sur, quedando equilibradas sus fachadas en términos de luz solar. También por su emplazamiento el edificio ofrece su menor frente al temporal.
Uno de los requerimientos del Cliente era resolver un edificio con más de 5.000m m2 de construcción pero con una puesta en servicio del 50% de éste, lo que finalmente redunda en un edificio que posee un crecimiento integrado para los próximos años con un bajo impacto de construcción. Sin embargo nos obligaba a resolver un cuerpo full terminado exteriormente. Esto nos hizo mirar el edificio como un chasis y su envolvente como su carrocería. Debíamos tener resuelto en un mínimo espesor la manera de crear una fachada corporativa decididamente no convencional. Por eso se decide envolver el edificio, separando e independizando funciones. Por debajo la infraestructura resistente y por encima el control solar, la fachada envolvente, la imagen corporativa.
Nos interesaba dar profundidad al primer piso y una cierta percepción del límite que lo envuelve, por ende un cristal tintado nos aportaba cierta densidad sin renunciar a la transparencia.
La iluminación del edificio es un punto relevante para lograr aprovechar las condiciones de membrana lumínica de las fachadas de acero microperforado. De día la luz ambiente siempre es más intensa que lo que pueda aportar el edificio al entorno por lo que su lectura es la de un cuerpo hermético, sin embargo por la tarde cuando la luz ambiente declina , la iluminación dispuesta entre el edificio y la doble piel, ilumina una fachada interior que revela la estructura y su lógica. También de éste modo hemos desarrollado un concepto de edificio como ente comunicante al proporcionar un enorme display para la comunicación corporativa.
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