Todos los arquitectos sabemos perfectamente como son de efímeras las edificaciones en Oriente, aquellas que no son de uso religioso claro está. La realidad de Asia es diametralmente opuesta a occidente y debido a esto no es un misterio que el espacio utilizable para las edificaciones es realmente escaso y esto deviene en el desecho de las edificaciones.
Mas después del salto…
En los 70, Kisho Kurokawa, partiendo de toda la un onda metabolista que a tantos de nosotros ha marcado, este arquitecto imagino como seria el futuro de Japón hecho edificación y asi aparece en Japón este artefacto modular con capacidades supermodernistas para la época, a finales de los 60 principios de los 70 exactamente en el 72 logra edificarse formalmente el Nakagin de apenas 14 pisos y 140 cápsulas individuales (algunas creadas para que la gente viva allí y otras como oficinas).
El crecimiento y la adaptabilidad que llevó este movimiento metabolista es el que hoy acaba con la vida de una pieza espectacular del ingenio de un hombre, que a través de su visión , influencio a gente que después vendría a utilizar estos conceptos de adaptabilidad y perdurancia en el tiempo y luego serian aplicados en edificaciones que fueron hechas para “morir” como el Centre Pompidou.
Es así como pronto se convertirá en polvo este maravilloso edificio. Hoy no quiero dejar pasar la ocasión para comentarles, que soy víctima de mi propia creencia y teoría, si, pues me acabo de enterar que Nakagin Capsule Tower será demolido por la misma teoría que le dio vida.
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