Hoy no quisiera hablarles de lo malo, solo de lo bueno, no importa si esta para defenderse o no, solo importa que esta lo que nos ha dejado como legado arquitectónico tangible e intangible como lo son sus conocimientos y las reflexiones que nos ha dejado hasta el día de hoy, es asi como el día sábado 29 de noviembre nos deja una importante misión como lo decía el ” Sigo estudiando Arquitectura, intentando explicar que lo que no puede ser visto no puede ser explicado”
Mas después del salto…
El arquitecto danés Jorn Utzon, a quien se le encargo la Ópera de Sydney, ha muerto a los 90 años a consecuencia de un fallo cardíaco. Para mi es considerado uno de los arquitectos más importantes del siglo XX, por sus grandes aportes al gremio. Durante su último año se había residenciado en Dinamarca después de haber vivido varias décadas en Malloca, donde podemos encontrar sus dos últimas obras, Can Lis (1973) y Can Feliz (1994).
Ganador en 2003 del Premio Pritzker, Utzon nació en 1918 en Copenhague. Formado como arquitecto en la Real Academia de Arte de Copenhague, Utzon estuvo influenciado en sus inicios por dos figuras claves de la arquitectura escandinava, el sueco Gunnar Asplund y el finlandés Alvar Aalto.
En 1957 ganó el concurso internacional para construir la Ópera de Sydney. Con un presupuesto disparado y continuos retrasos en su construcción, Utzon, enfrentado con las autoridades locales, abandonó Sydney en 1966, jurando que nunca regresaría, viendo cómo la construcción del interior de su obra maestra era encargada a otros arquitectos sin respetar sus planes originales. A pesar de esto, décadas después regresó a la ciudad para una reforma que incluía mejoras en la acústica y cambios en el interior.
La presencia de la naturaleza, sus formas y estructuras, su principio de crecimiento, como fuente de imaginación y su capacidad para captar la esencia en arquitecturas de otras culturas son los rasgos centrales de una obra en la que también destacan las casas Kingo (Elsinor, Dinamarca, 1955-56), la iglesia de Bagsbvaerd (Copenhague, 1968-76) y el Parlamento de Kwait (1972-82).
Recuerdo una conferencia a la que asistí luego que Utzon recibiera el Pritzker, y puedo casi recordar una historia que salía sin mucho esfuerzo de un rostro amargo, al responder a una periodista que le preguntaba que significaba el Pritzker para el… “Este Premio Pritzker es como las frutas maduras, que llega al final de un proceso, a su tiempo, tras estar en el árbol, por evolución natural”, comento Utzon, de pie, en la despedida, tras la entrevista comento “Un día me visitó mi amigo Rafael Moneo, tras recibir el Premio Pritzker, y me dijo que estaba incómodo por haber recibido el galardón antes que yo, que era a mí a quien correspondía.” siempre se habla de Utzon como un ejemplo del mal humor, de la tozudez pero si no fuese así pues no tendríamos hoy las cosas que nos deja como legado tangible de su trayectoria.
Para finalizar una historia que permite conocer al Utzon lejos de la academia es la siguiente: en una entrevista en su casa dijo “Esta piedra es la misma que la que Cristóbal Colon tenía en su casa”, bromea dice el entrevistador. “Una viga era un poco curva y el albañil me dijo, no, es el horizonte del mar”.
Mis respetos a este gran colega
Jørn Utzon 9 Abril 1918 – 29 Noviembre 2008
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